Sapiens: las formidables posibilidades que abre la cooperación a gran escala través de los mitos
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Las preguntas que no puedes responder son, por lejos, mucho mejores que las respuestas que no puedes cuestionar
Yuval Noah Harari
Sapiens (2011) es una obra dedicada a trazar una breve historia de nuestra especie. Lo hace a través de un relato ameno, riguroso y polemista. Este ensayo lleva la firma de Yuval Noah Harari (Kiryat Atta, Israel, 1976), que explica la singularidad de nuestra especie a través de la capacidad para imaginar y crear ficciones que nos permiten convivir y colaborar a gran escala, como son las naciones, las empresas, el dinero, las religiones y las ideologías por mencionar sólo algunos de los mitos principales que regulan nuestras vidas y caracterizan nuestro comportamiento social.
El relato se eleva por su habilidad para ofrecer datos contrastados de la prehistoria (teorizando, por ejemplo, acerca del impacto ecológico que tuvieron en su entorno los primigenios sapiens o los porqués de la desaparición de algunos primos de especie, como los neandertales) y las diversas épocas de la historia con una manera única y provocadora de interpretar esos datos (como esa aseveración que realiza de que el liberalismo, el comunismo y el nazismo son ideologías ‘humanistas’, en el sentido en el que creen a pies juntillas en la capacidad de autorealizarse del ser humano, aunque luego estén llenas de carencias o fracasos). Esa mirada es rebatible desde el punto de vista de que estás ideologías han priorizado factores ajenos a los derechos humanos (contrarios pues a la esencia de un verdadero humanismo) en su afán por imponerse, como el racismo, el totalitarismo ideológico, la aniquilación de los disidentes o el fundamentalismo del mercado o del individualismo.
Durante los últimos 10.000 años, Homo Sapiens se ha acostumbrado tanto a ser la única especie humana que es difícil para nosotros concebir ninguna otra posibilidad. Nuestra carencia de hermanos y hermanas hace que nos resulte más fácil imaginar que somos el epítome de la creación, y que una enorme brecha nos separa del resto de los animales.
Yuval Noah Harari
La mirada desplegada por Harari pone en valor también la capacidad que tenemos como especie para compartir información a gran escala (una cualidad que nos salvó la pervivencia como tribu en nuestro tramo evolutivo como cazadores recolectores, cuando una lectura adecuada de una planta o de los comportamientos de animales que nos depredaban suponía la diferencia entre vivir un día más o no). Esa información no sólo propicia supervivencia, sino también disfrute y deleite, de ahí que el autor pondere esa facilidad que tenemos también para intercambiar información aparentemente banal, como el chismorreo.
Harari también explica con mucha pedagogía el influjo que tiene en nuestras vidas la transición entre la vida nómada y la sedentaria. O lo que es lo mismo, el paso de ser cazadores recolectores a la vida agrícola. Un cambio que ha ampliado exponencialmente nuestra fuerza demográfica y esperanza de vida, a costa, según el historiador israelí, de un coste de bienestar y armonía de los individuos, en una dinámica sedentaria, en la que nos hemos esclavizado en gran medida a los alimentos que cultivamos y producimos, tanto que Harari llega a afirmar que cereales como «el trigo nos ha domesticado» a escala masiva.
El cazador recolector medio tenía un conocimiento más amplio, más profundo y más variado de su entorno inmediato que la mayoría de sus descendientes modernos. Hoy en día, la mayoría de las personas de la sociedades industriales no necesitan saber mucho acerca del entorno natural con el fin de sobrevivir….Necesitamos saber mucho acerca de nuestro minúsculo campo de experiencia, pero para la inmensa mayoría de las necesidades de la vida nos fiamos ciegamente de la ayuda de otros…El colectivo humano en la actualidad sabe muchas más cosas de las que sabían las antiguas cuadrillas. Pero a nivel individual cazadores-recolectores eran las gentes más bien informadas y diestras de la historia
Yuval Noah Harari
Es verdad que el libro carece de algunas referencias cruciales de nuestra peripecia como sapiens, como por ejemplo la Grecia antigua o el Renacimiento, cumbres de conocimiento, pensamiento y arte que quedan soslayadas en este fenomenal ensayo. Pero por encima de esas lagunas emerge una reflexión que merece visita por su capacidad didáctica, y por su invitación a reflexionar acerca de nuestra capacidad autodestructiva, destructora de la biodiversidad y también para explorar, realizarnos y expandirnos. Ojalá que en los próximos decenios aprendamos a estructurar nuestro desarrollo personal y colectivo de una manera más armoniosa, espiritual, compasiva e integral, tanto como especie como con nuestro entorno.
Autor del artículo: Pedro Fernaud Quintana
Alas y Raíces 
Un comentario en “Sapiens: ¿Cómo llegamos a ser la especie más exitosa?”